Por Ms. Sandra Ruiz / Jr. High Teacher
Roger Shank, psicólogo estadounidense, dice que “El aprendizaje sucede cuando alguien quiere aprender, no cuando alguien quiere enseñar”.
Venimos de una pandemia que nos alejó de las aulas por casi dos años. La educación a distancia, si bien fue útil para poder salvar el año escolar, volvió el proceso de enseñanza como algo muy impersonal. Durante este periodo, los alumnos no estaban preocupados por aprender, si no por entregar evidencias o actividades y en algunos casos el rezago es notorio.
El reto del docente en este momento es involucrar a los estudiantes en su proceso de aprendizaje, motivarlos e incentivar su curiosidad. Tenemos que evolucionar de una clase centrada en el maestro, a una clase centrada en el estudiante. Nuestra labor es de facilitadores, para que ellos mediante diferentes aplicaciones y juegos nos demuestren que pueden hacer las cosas, que pueden resolver los problemas que ahora les planteamos y que por ende serán capaces de resolver el día de mañana los problemas que la vida les depare.
Está demostrado que las emociones influyen en el aprendizaje. Mantener una atmósfera agradable y positiva en el salón de clase ayuda a mejorar la comprensión de los alumnos. En el CIA, utilizamos diferentes aplicaciones que relacionan el aprendizaje con el juego y también realizamos actividades que implican retos o competencias para mantenerlos emocionados y motivados durante la clase. El uso del laboratorio en Jr. High, les permite vivir de manera experimental lo aprendido en el salón de forma teórica, ayudándolos a comprender mejor y sobre todo, a recordar a largo plazo lo aprendido.
Nuestro objetivo es crear nuevas generaciones de ciudadanos más conscientes e involucrados con su entorno capaces de resolver las problemáticas del futuro.